miércoles, 23 de noviembre de 2011

EL HEROE

    Esto podría parecer el fin
    Pero la continuación
    Es tuya para que la crees
    Sí, eres un héroe 
    Queen  -The Hero (1980)

"¿Qué estaré haciendo en veinte años? ¡Estaré muerto querida!"


Entre las múltiples declaraciones pretenciosas, deliberadamente frívolas y escandalosas, Freddie Mercury dejaba colar a algunas profecías. Ese hombre cuyo pasado es casi un misterio, que se crió en Tanzania con una educación privilegiada pero estricta,  aquel que a partir de explotar su veta artística desde el dibujo conocería a músicos con los que redefiniría primero al glam rock, y luego al rock mas clásico, pasando por el pop, el hard rock, el folk, la música clásica y hasta el trash. Ese hombre fue aquel que no se veía llegando a viejo. El que jugaba fuerte, y apostaba a ser una leyenda.

Como en toda película soñada, las piezas encajaron perfectamente. El introvertido pero voraz escénicamente Mercury, contactaría con May y Taylor, quienes desde Smile ya habían formado la base de lo que seria Queen. El cantante de la banda pre Queen, Tim Staffel, abandonaría oportunamente la cruzada y dejaría el camino allanado. El cuarto bajista, John Deacon, talentoso, genio de la electrónica y con un perfil subterráneo, seria la pincelada final de un proyecto destinado a ser desde el principio.
Pese a no tener formación musical, Mercury demostraría desde el primer disco, "Queen", que no solo sus letras y sus melodías tenían rasgos creativos inusuales. Su voz seria lo primero en llamar la atención mediática, a pesar de que el primer disco no fue un suceso. Sí les permitió grabar un segundo, que al entrar al Top Ten y tener un single en el mismo rango, llevaría a un crecimiento que ya no se detendría.

Con tiempo, paciencia y medios. Mercury fue más Mercury. Dejó volar su ambición, se valió de recursos estéticos, escénicos, musicales. Si alguna vez reivindico el hecho de ser genuino y el de dar rienda suelta a los excesos: definitivamente esto iba mas allá de la provocación. Las implicancias musicales estaban a la vista: "Killer Queen", "In The Lap of the Gods" o "Stone Cold Crazy" fueron sellos mercurianos que avisaban con cierto impacto sobre lo que se avecinaba.

Ninguna banda puede continuar su carrera luego de una "Bohemian Rhapsody". La canción fue tan majestuosa y excepcional que se transformo en sinónimo de "obra cumbre", techo máximo de una carrera. Freddie estuvo semanas componiéndola y podría decirse que la compuso como tres canciones en una. De hecho, se grababa en distintos lugares, como si de hecho fuesen tres canciones. A pesar de durar casi seis minutos, algo imposible de tolerar en un primer single, se impuso la lógica que indicaba que la obra era merecedora de ver la luz al natural.

Los coros sobre grabados ciento ochenta veces, el arpa y la melodía de "Love of my Life", la dulzura de May en '39, la calidez de Deacon en "You're my best friend" sumadas a la rudeza de Taylor para cantar con su voz rasposa "I'm in love with my car" hicieron de "A night at the opera" una obra maestra. El disco fue caro y realmente les represento una gran presión, dado que un fracaso comercial hubiera dejado a la banda al borde del desastre. El camino estaba claro y no se desvió ni siquiera ante las evidentes necesidades.

Una vez consolidado el éxito, repitieron la formula con un disco casi grabado simultáneamente como "A day at the races", que contaba con otra de las perlas Made in Mercury, como "Somebody To Love". Para continuar estaba claro que se debía cambiar, mas teniendo en cuenta el ascenso del punk y la devoción que los críticos, reacios a la majestuosidad y arrogancia de Queen, le profesaban a Sid Vicious y compañía. El resultado fue "News of the world", álbum concreto, duro y alejado de las armonías que todos esperaban para señalarlos como anticuados y pasados de moda. "We Will Rock You" y "Sheer Heart Attack" fueron el golpe a los mediocres que buscaban señalar una supuesta falta de reacción de Queen. Claro que también estaba "We Are the Champions", oda a la arrogancia y al triunfalismo. Una bofetada a los que osaban criticar burdamente los logros obtenidos por una banda que no temía mostrarse grande como era.


A estas alturas poco quedaba del Freddie Bulsara que había llegado a Londres en 1963 fascinado por la atmósfera cultural de la época. Se había convertido en el hambriento Freddie Mercury, amante del lujo. Personaje extravagante ante la prensa, ante la cual solía mostrar arrogancia, frivolidad y frases provocadoras, pero muchas veces prefería obviar, dadas las feroces criticas de quienes no entendían que debajo del maquillaje y la pose, se encontraba un chico tímido que hacia canciones.

En "The Game" se inicio un periodo nuevo, uno mas dentro de una banda camaleónica. El sonido cambió, incluso llego el esquivo éxito en EEUU. Freddie ya no era el mismo. Sus excesos comenzaban a notarse, si bien su compromiso y nivel en la banda eran superlativos. En ese periodo y el comprendido por "Hot Space", con menor éxito, vivió mucho en EE.UU. y en Alemania, lugares donde pudo explotar su sexualidad de otra forma. "Ser genuino", como decía.


Este fue el tiempo de expansión para la banda. En 1981 llegarían por única vez a Argentina, en donde no solo eran y siguieron siendo un suceso hasta hoy, sino que además lograron varios hitos. Fueron claramente la primer mega banda en llegar al país y pese a los insistentes comentarios en contra cosechados por la prensa en la previa, Freddie se salió con la suya y exhibió algo inédito hasta el momento en el país: Rock y fútbol. Diego Maradona subió a presentar “Another One Bites The Dust” y en los vestuarios se sacó con la banda unas fotos legendarias.

Tras un periodo de descanso y superadas las tensiones, Freddie volvió a grabar con Queen, la banda que nunca quiso abandonar y que siempre sostuvo que debía continuar, mas allá de las peleas. Grabaron "The Works" y tuvieron éxito, aunque el impulso definitivo de esos tiempos fue Live Aid, un mega recital televisado a todo el mundo. En el, mil millones de personas pudieron ver por TV lo mismo que los 80.000 que inundaban el estadio: Mercury, en solo 20 minutos, se devoro un festival en donde también estuvieron Led Zeppelin, Paul Mc Cartney, U2 y todos los gigantes del rock de esos tiempos.

Con ese impulso y el del éxito de su disco solista (menor al de Queen, pero éxito al fin), Freddie grabo "A Kind Of Magic". Esta vez no habría gira por el siempre hostil EEUU (las tensiones habían crecido luego de que MTV prohibiera el video de "I Want to Break Free" con ellos trasvestidos, en una clara muestra de que la Norteamérica Reaganista no tenia entre sus virtudes a la sofisticación). El tour solo incluyo Europa y fue corto. No por eso sin hitos: Los dos Wembley llenos en Julio del 86 forman parte de la historia grande del rock.


A esas alturas presumiblemente Freddie ya se sabía enfermo. Distintas fuentes señalan que lo supo desde dos años antes, en 1984. No dio muestras de abatimiento y continuo activo mientras su salud estuvo como aliada. En 1987 brillaría con "The Great Pretender" y al año siguiente, en dúo con Montserrat Caballé, daría otra enorme muestra de versatilidad grabando "Barcelona".

El 1989 Queen se volvió a reunir pese a las presunciones mediáticas. Freddie estaba empeorando y quería que su testamento musical tuviese la firma de la banda a la que siempre quiso pertenecer. El resto del grupo supo por esos tiempos de su secreto y lo sostuvo hasta el final, incluso mintiéndole a la prensa y a familiares. El disco se llamo "The Miracle" y todos los temas fueron firmados por la banda, algo que evito peleas y fortaleció el clima, que no era el ideal. "I Want It All" seria el primer single y seria un éxito rotundo, con la particularidad de que en los 80 un tema de hard rock logre ese reconocimiento. "Was It All Worth It" cerro el disco a modo de despedida. En ese tema Freddie ensaya una despedida que luego se completaría en "Innuendo", disco que quizás no estaba seguro de poder llegar a grabar.

Finalmente, no solo Innuendo fue grabado, sino que previamente Mercury se encargo de grabar cinco videos de "The Miracle", a pesar de su fragilidad creciente. "Innuendo" no solo seria el ultimo disco de Freddie, sino también un cierre fantástico para la carrera de la banda. El disco explora la locura, la muerte y el humor, con una sutileza superlativa. En todo ese concepto el tendría un rol dominante. Grabó, además, tres videos, el ultimo de ellos en un estado lamentable. Pero nunca se quejo. El único recuerdo que guardan los que lo acompañaron hasta el final es el hecho de haber usado sus fuerzas para crear, pero nunca para compadecerse de sí mismo.


En septiembre de 1991, celebro su cumpleaños ya despojado de sus medicaciones. La enfermedad había ganado la batalla y Freddie decidió que era momento de irse. Había superado la expectativa de vida de sus médicos y prefería irse pacíficamente, sin tener el doble sufrimiento que generaba drogarse constantemente con el afán de evitar lo inevitable.

Mientras el se iba, la banda editaba "Greatest Hits 2" y el profético single "The Show Must Go On" con el intencionado lado B que fue "Keep Yourself Alive". El último single fue acompañado por el primero.

Freddie Mercury murió el domingo 24 de noviembre de 1991, luego de que sus allegados admitiesen el día anterior acerca de la enfermedad que todos le sospechaban, sobre todo desde el asedio permanente de la prensa amarillista que quería sus cenizas desde el momento que lo supo enfermo.

Lo posterior fue un mega tributo, un disco póstumo y muchísimos reconocimientos, sobre todo en estos tiempos de fechas redondas.
Pero surge inevitablemente el cálculo matemático. Queen cumple 40 años en 2011 y 20 de ellos, los ha vivido sin Freddie. Los mitos tienen esa magia: La distancia los agiganta inexorablemente, sean estrellas fugaces o cantantes fuera de serie.

¿Que aporte hizo Freddie desde su lugar de frontman y líder de Queen? Pues bien, fue autentico. No totalmente autentico, por que parte de su ser era ese chico introvertido. Pero fue autentico por que ese monstruo escénico que piso escenarios durante 15 años, era real. Ni la ropa era real, ni el despliegue escénico era real. Todo en un show de Queen era un perfecto montaje, una fascinación de dos horas en donde se sucedían elementos surrealistas, vestimentas ridículas y podían encontrarse guardaespaldas vestidos de Superman, explosiones, juegos de luces o una banda aceitada técnicamente como pocas, cimentando esa irrealidad.

Pero Freddie, ese Freddie que podía controlar a un estadio entero balbuceando una frase que todos se desesperaban por repetir, era lo único real. Era un mito mucho antes de que el Sida, el marketing y el paso del tiempo lo intentasen convertir en un imposible. Un mito de un mito.

"No voy a ser una estrella, voy a ser una leyenda", fue una de sus tantas frases provocadoras. Otra de las tantas que despertaron sonrisas y que fueron atribuidas a una mezcla de arrogancia con alcohol. Veinte años de leyenda y veinte de mito se encargaron de convertir a Freddie Mercury en ese cantante cuya llama no se apagaría ni siquiera después de que el último de sus discos haya sido quemado.